sábado, 28 de abril de 2012

Mermelada de naranjas amargas

A mi marido, como a todo buen británico, le encanta la mermelada de naranjas amargas. Y cuanto más amarga mejor, lo cual todavía no acabo de entender… Pero si él es feliz con su mermelada súper amarga, aquí estoy yo dispuesta a acabar con toda la cosecha de los arbolitos del paseo.

Ahí va la receta. Esta la saqué de un libro de cocina inglés y la titula “Busy woman’s marmalade”. No quiero no pensar en cómo sería la receta de la “Woman with a lot of free time marmalade”. 





MERMELADA DE NARANJAS AMARGAS


8 naranjas amargas
1 naranja
1 limón
1 litro de agua
1,5 kg azúcar

Exprimimos el zumo de toda la fruta. Reservamos las pepitas (las naranjas amargas suelen tener muchas) en un tarro con agua. Esto nos proporcionará pectina para ayudar a que la mermelada espese.

Con ayuda de un robot de cocina picamos en juliana todas las cascaras de la fruta. Yo les quité primero los restos de pulpa, para que pasaran más fácilmente por la máquina.

En una olla grande ponemos la fruta picada, junto con el zumo y un litro de agua. Reservamos hasta el día siguiente.

Entonces, añadimos el agua colada de las pepitas y ponemos todo a hervir. Cuando veamos que la fruta está blanda al presionarla con los dedos, añadimos el azúcar y dejamos hervir, removiendo de vez en cuando, hasta que esté en su punto.

Para comprobar si está lista poner una cucharadita de mermelada sobre un plato frio y esperar a que se enfríe. La superficie debe coger cuerpo y arrugarse al oprimirla ligeramente con el dedo.

Dejaremos enfriar un poco pero envasaremos en tarros esterilizados cuando aun está caliente, para así conseguir el vacío. Llenar los tarros hasta el borde, poner las tapas y colocar bocabajo hasta que estén totalmente fríos.

martes, 24 de abril de 2012

Tarta de manzana


Esta tarta la probé por primera vez en casa de mi vecina y me pareció deliciosa. Creo que es una receta de uno de los libros de la Thermomix, pero no hace falta tener una para hacerla. Lo más laborioso es preparar las manzanas y eso hay que hacerlo a mano.

Con esta tarta seguro que triunfáis!



TARTA DE MANZANA

6 (o más) manzanas Golden o reineta
2 yemas de huevo
1 huevo
150 g de azúcar
130 g de mantequilla sin sal
1 chorrito de brandy
170 g de harina
1 sobre de levadura química (tipo Royal)
1 pizca de sal
1 limón
Canela molida y azúcar moreno (para la cubertura)

Pelamos, quitamos el corazón y cortamos las manzanas en cuartos. Cada cuarto lo fileteamos superficialmente sin llegar a separar las láminas. Pasamos por zumo de limón para evitar que ennegrezcan.

Mezclamos los huevos, el azúcar, la mantequilla y el brandy. Y a esta mezcla le añadimos la harina con la levadura y la sal.

Ponemos la mezcla en un molde amplio de modo que nos quede una capa no demasiado gruesa de masa y la cubrimos completamente con los cuartos de manzana, dejando expuesta la parte de la manzana que tiene los cortes. Espolvoreamos generosamente con una mezcla de azúcar moreno y canela.

Hornear a 180 grados C durante unos 45 minutos o hasta que el bizcocho este completamente hecho. 

miércoles, 11 de abril de 2012

Sopa de espárragos verdes


Sin duda una de mis sopas favoritas. He tenido que esperar muchos meses hasta encontrar espárragos verdes de aquí.

Esta sopa lleva pan y almendras, lo que la hace bastante consistente. Con esto y poco más tenéis resuelta la comida. No dejéis de probarla.

En esta sopa se pueden cambiar los espárragos por rape o por gambas y almejas y cualquier pescado y resulta una sopa de marisco.




SOPA DE ESPÁRRAGOS VERDES

1 manojo de espárragos verdes
8 ó 10 almendras crudas sin piel
1 rebanada de pan
2 dientes de ajo
1 cebolla
2 tomates pelados
Aceite de oliva
Una ramita de perejil
Comino molido
Pimienta negra molida
Colorante amarillo

En una olla ponemos abundante agua y un poco de sal y cocemos los espárragos, limpios y troceados (a mi me gusta troceado pequeñito).

Mientras, en una sartén ponemos un buen chorro de aceite y freímos (ojo! sin que se quemen) las almendras, el pan y los ajos. Conforme están listos, los vamos sacando y echando en el vaso de la batidora. En el aceite que queda sofreímos la cebolla y los tomates cortados en trozos gruesos. Añadiremos el perejil en el último momento para que no se queme. Vertemos el sofrito en el vaso de la batidora (junto con las almendras, el pan y el ajo), añadimos agua y batimos todo hasta que quede fino.

Vertemos esta mezcla en el agua donde tenemos cociendo los espárragos. Añadimos comino molido y pimienta molida a gusto. También podéis añadir un poco de colorante amarillo que le da un aspecto muy apetitoso. Dejamos hervir unos 5 minutos y listo.

Queda muy bien acompañada de picatostes y de huevo duro picado.

Leibster Blog Award


Ay, Ana, Ana, qué sorpresita me has dado, jejeje…

Parece ser que ahora me toca a mi pasar el testigo del premio Leibster blog Award. Se trata de un premio honorífico que otro bloguero/a te otorga en reconocimiento por el trabajo en tu blog. A cambio, tú puedes continuar la cadena nominando a otros 5 blogs que consideres oportunos. La idea es nominar a blogs pequeños, con menos de 200 seguidores, con el objetivo de darlos a conocer.


Antes de nada, quiero agradecer a Ana y Eu de Entre Cables y Sartenes, el haberme nominado. Si no conocéis su blog, tenéis que pasaros por allí. Tienen un montón de ideas y buenas recetas que os sacarán de apuros en esos difíciles momentos de “Qué hago de comer hoy???”. Además, seguro que se os escapa alguna que otra sonrisa al leer sus entradas.

Y ahora, mis 5 blogs nominados (por orden alfabético) son… tachán, tachán… :

Éxitos culinarios, por la cantidad de recetas que Nikolai lleva publicadas.

La tienda a la vuelta de la esquina, el nuevo blog de decoración de mi amiga Belén, por su buen hacer y dedicación.

Naranjas y Aceitunas, por las historias divertidas que Mari Carmen siempre cuenta con cada una de sus recetas.

Sr Salme, por su talento como ilustrador, no hay que decir más.

Una medusa, por el manejo que tiene Arancha con la aguja y el hilo y por su creatividad imparable.

Gracias a todos los que nos visitáis y nos animáis a seguir compartiendo.



sábado, 7 de abril de 2012

Pan blanco casero


Mis andanzas como panadera casera empezaron hace muchos meses. Vivo a las afueras y no dispongo de una panadería cercana a la que poder ir dando un paseo, y la verdad, es que me da pereza coger el coche para ir a comprar pan. Normalmente, compro el pan en el supermercado y lo congelo, pero la mitad de las veces está quemado o poco hecho. Por otro lado, a mis hijos no les gusta el pan de molde industrial. Total, que me puse a hacer pan yo misma.

No disponía de ninguna máquina amasadora así que todo el trabajo lo tenía que hacer a mano. Algo muy reconfortante las dos o tres primeras veces, pero como yo siempre ando falta de tiempo, pronto me aburrí de mi hobby panadero (además que termina una cansada con el amasado, qué queréis que os diga!).



Y ahí quedó la cosa, hasta que hace un par de meses me hice con una panificadora de las que venden en Lidl. Sólo tienes que poner los ingredientes en la cubeta, pulsar la tecla del programa y ella solita lo hace todo! No te tienes que preocupar de tiempos de levado ni de que no se te queme el pan en el horno. Fantástica!

Desde entonces casi todas las semanas hago en casa distintos panes de molde. Hoy os pongo la receta básica del pan blanco. La saqué del libro “Pan” de Xavier Barriga, aunque yo le añado un chorrito de aceite de oliva.



PAN BLANCO (para un pan de 750 g)

500 g harina (no tiene que ser de fuerza, yo uso la de Mercadona normal, aunque con harina de la que te venden en la panadería sale más bueno)
2 cucharaditas de sal
300 ml de agua
5 g de levadura fresca (yo pongo 1/3 de los cubitos de levadura fresca que venden en Mercadona)
1 cucharada de aceite de oliva

  • Panificadora

El procedimiento con la panificadora es bien simple. Ponemos todos los ingredientes en la cubeta, empezando por los líquidos. Elegimos el programa 1 (Normal) que dura 3 horas, peso 750g, tueste medio (o como más os guste). Cuando el pan está listo, lo sacamos del molde y lo ponemos en una rejilla para que se enfríe.

  • Amasado a mano

Ponemos todos los ingredientes excepto la levadura y el agua en un cuenco. Vamos añadiendo el agua poco a poco al tiempo que mezclamos con la mano.

Cuando la masa ha absorbido toda el agua la sacamos del cuenco y la ponemos sobre una superficie enharinada. Iremos estirando y doblando la masa sobre sí misma repetidas veces hasta que la masa adquiera un aspecto liso. Es el momento de poner la levadura y un poquito de agua en el centro de la masa y seguimos amasando hasta que quede totalmente incorporada. Formamos una bola con la masa y la ponemos en un cuenco tapada con un paño húmedo y en un sitio cálido hasta que doble su volumen.

Pasamos a darle forma al pan. Podemos hacer unas barras, o meter la masa en un molde rectangular. Taparemos con un paño húmedo y dejaremos que la masa fermente, es decir, que doble su volumen de nuevo.

Precalentamos el horno a 230 grados C y colocamos en su interior un pequeño cazo con trapos húmedos (esto hace que durante el horneado se genere vapor y se forme la corteza del pan).

Con un cuchillo afilado, hacemos unos cortes en los panes y los metemos en el horno. Bajamos la temperatura a 200 grados C. Cocemos el pan hasta que esté listo (el tiempo dependerá de la forma y tamaño del pan). Para saber si está cocido por dentro, al golpear el pan por la parte inferior debe sonar a hueco.