Esta receta es de mi tía Mari y la verdad es que no sé si
se llaman de otra forma. En casa las llamamos “Patatas amarillas” por razones
obvias.
Normalmente uso patatas normales peladas y cortadas en
dados, pero para una ocasión especial quedan muy bien usando patatas de
guarnición, de las pequeñitas que se cocinan enteras.
PATATAS AMARILLAS PARA GUARNICIÓN
3 Patatas
Varios dientes de ajo
1 o 2 hojas de laurel
Aceite de oliva
Cúrcuma
Vino blanco
Pimienta negra
Sal
Pelamos las patatas y las cortamos en dados medianos. Las ponemos en una
sartén con un buen chorro de aceite de oliva, los ajos sin pelar y con un corte
dado y el laurel. Salteamos todo durante unos minutos.
A continuación añadimos un buen chorro de vino blanco, un poco de cúrcuma
(para dar color principalmente) sal y pimienta. Añadimos agua hasta cubrir las
patatas y cocinamos a fuego medio cubiertas con una tapadera. Removemos de vez
en cuando y cocinamos hasta que estén tiernas. Para entonces, el líquido debe
de haberse consumido totalmente (a excepción del aceite, claro está).
No hay comentarios:
Publicar un comentario