Mi vecina Toñi me ha regalado unos membrillos! Ay, qué te quiero vecina!!
Ni corta ni perezosa me he dispuesto a hacer la famosa carne (o dulce, para
algunos) de membrillo. El año pasado ya me estrené con esta receta pero como
tengo muy mala memoria y no la apunté he tenido que llamar a mi madre para que
me recordara como se hacía la susodicha carne de membrillo. Ah í va el procedimiento...
CARNE DE MEMBRILLO
1 Kg de membrillo limpio
¾ Kg de azúcar
Lo primero es pelar y cortar los membrillos (lo cual no es nada fácil con
los membrillos tal cual). Para ello, cocinamos los membrillos en agua hirviendo
durante unos 15-20 minutos en olla normal, o 5 minutos en la olla rápida como
hice yo. Sacamos los membrillos y esperamos a que se enfríen un poco antes de
pelarlos y cortarlos. Yo, como soy muy impaciente me quemé las manos. L
En la olla vacía ponemos los membrillos cortados y el azúcar y cocinamos
todo a fuego medio removiendo de vez en cuando con una cuchara de palo para
evitar que se pegue. Cuando los membrillos se han ablandado los trituramos con
la túrmix y seguimos cocinando.
MUCHA ATENCIÓN!! A partir de este momento, la mezcla membrillo-azúcar se ha
convertido en una especie de magma que no dudará en achicharrarte al menor
descuido, así que te recomiendo que cuando vayas a removerlo bajes el fuego y
uses una tapadera a modo de escudo.
Seguimos cocinando a fuego lento hasta que espese y adquiera un color más
dorado. Estará listo cuando la cuchara se mantenga de pie al meterla en el
membrillo. Repartimos en los moldes y cuando pierda el calor los metemos en el frigorífico
para que solidifiquen.
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